Diferencias entre una Célula de Carga de acero y una de aluminio

Existen células de carga con la misma forma aparente, pero fabricadas en distintos materiales como el acero o el aluminio. Ambas pueden incluso tener similares características de precisión, repetibilidad y linealidad, pero no tienen la misma resistencia mecánica a sobrecargas, golpes, ni a resistencia a la fatiga.

Para reducir costes de fabricación se pueden utilizar ciertas aleaciones de aluminio, incluso dan buen resultado en cuanto a precisión, pero presentan la desventaja que son mucho más débiles que las fabricadas en aleación de acero, en el sentido de que si se superan ciertos niveles de estrés, las células de aluminio quedan más fácilmente deformadas y sufren de desplazamientos de la señal de salida con más facilidad. Son por tanto también más débiles frente a sobrecargas y mucho más sensibles a los golpes. Por otro lado se fatigan con más facilidad con cargas dinámicas y duran menos.

Por tanto, en el caso de elegir células de aluminio se deberán aumentar las precauciones en topes de sobrecarga y en escoger capacidades nominales de célula con una sobredimensión mayor respecto a la carga aplicada, que para una célula de acero.

Normalmente las células de aluminio se utilizan en aplicaciones de gran consumo por ahorro de costes en grandes series, donde el equipo diseñador de la báscula haya podido estudiar, proteger, sobredimensionar y testear esta solución adecuadamente para evitar problemas.

Para aplicaciones de pesaje industrial, de poca serie de producción, será más seguro y fiable utilizar directamente versiones de células construidas en aleaciones de acero de alta resistencia.

Mencionar que existen otros materiales de altísima resistencia a la fatiga como el Cobre-Berilio pero de muy poca utilización por su alto coste. En la actualidad sólo se justifican en aplicaciones de alta fatiga.